domingo, 30 de marzo de 2014

LOS VERDADEROS ORIGENES DIRECTOS DE NUESTRO SISTEMA MUSICAL LLAMADO OCCIDENTAL

LOS NEXOS CON LA PALESTINA BÍBLICA

El pueblo de Israel*, cuyo primer rey Saúl (segunda mitad del s.XII y primera del XI a.C), salido de la familia de Hammatri de la tribu de Benjamín y ungido rey por el profeta Samuel, había sido aclamado por las otras tribus* en Masfa (Mispá, a unos 12 kilómetros al noroeste de Yebús, ó sea Jerusalén), logrando así, la unidad religiosa y política de las doce tribus; estableció su residencia en la pequeña ciudad de Guibá, cercana 5 kms., al norte de Yebús (Jerusalén).

El reino tuvo unos comienzos muy modestos. Más tarde, a la muerte de Saúl y de sus hijos que podían sucederle en el trono, quedó el camino abierto para que, hacia el año 1000 a.C., fuera proclamado como rey de Judá*, el candidato para esa dignidad por la tribu de Belén de Judá: David, joven escudero, bisnieto de Rut*, nieto de Obed e hijo de Isai* y luego, yerno del rey Saúl*. David era buen cantor y arpista de la corte de Saúl: “…Cuando el mal espíritu de Dios se apoderaba de Saúl, David cogía el arpa, la tocaba y Saúl se calmaba y se ponía mejor y el espíritu malo se alejaba de él”... (I Samuel, 16,14-23).

Al rey David, se le atribuye la composición de (73) setenta y tres Salmos, de los 150 que luego serían parte esencial de la Salmodia Ritual Religiosa.

Debió ser David, además de un valiente guerrero y hombre de estado, un buen músico, compositor y poeta, como lo demuestran los inspirados cantos del libro de los Salmos y la magnífica Elegía compuesta a la memoria de la muerte de Saúl y de su hijo Jonatan: “…David cantó una elegía por Saúl y Jonatan, su hijo, y mandó que se la enseñasen a los hijos de Judá”... (II Samuel 1, 17-27). Dicha elegía lleva por título Canto del Arco, y formaba parte de la colección de cánticos de guerra,[1] además constituye uno de los más hermosos ejemplos de la poesía hebrea antigua.  

UN POCO DE HISTORIA

En el siglo X a.C., el rey David, acometió una de las misiones más importantes de su reinado: extender sus dominios más allá de Judá hacia el sur, asegurar el paso por el camino principal hacia el este y convertir a la vieja ciudad de Yebús, en Jerusalén, como Ciudad Santa*, centro espiritual y cultural de la vida hebrea[2]. Con una gran procesión religiosa y en medio de alegres cánticos y danzas con arpas, salterios, adufes, flautas y címbalos, fue llevada el Arca de la Alianza, al lugar elegido para la construcción de un nuevo tabernáculo o templo. El mismo rey: …danzaba con toda su fuerza delante de Yavé y vestía un efod (vestimenta sacerdotal) de lino...entre gritos de júbilo y sonar de trompetas*

A David, le sucedió en el trono su hijo Salomón (reinó cerca del 970 al 931 a.C.). Correspondió a este rey la construcción del nuevo Templo y realizar su ceremonia inaugural, lo cual sucedió cerca del 950 a.C.[3] 

Muchos años más tarde, en el 587 a.C., cuando el rey caldeo o babilónico Nabucodonosor II (605 a 562 a.C.), invadió Jerusalén, incendiando y destruyendo dicho Templo y otros edificios importantes, la Ciudad Santa estuvo en ruinas durante los cincuenta años siguientes. Durante estos años de la Primera Diáspora o exilio del siglo VI a.C., los judíos, en número cercano a las 100.000* personas, fueron deportados a Babilonia y quedaron sometidos a la esclavitud; algunos sufrieron duro trato, aunque en general, los judíos no fueron maltratados durante su cautiverio y hasta se les permitió tener con ellos a sus sacerdotes, profetas y maestros, entre los cuales destacaron el profeta Daniel y el profeta Ezequiel, quien mucho ayudó en el resurgimiento del fervor religioso del pueblo judío cautivo en Babilonia. Conviene tener presente que este período coincide con la presencia en Grecia de la Escuela de Pitágoras de Samos y sus famosas prédicas de los 33 preceptos de los Versos Dorados[4].

Como los judíos no tenían un templo que se pudiera usar para centro espiritual nacional, se solían reunir en pequeños grupos para la instrucción bíblica y la oración; fue así como se crearon las Sinagogas o Asambleas, las cuales tuvieron una profunda influencia para conservar a través del tiempo y hasta el presente, los usos, costumbres, tradiciones, cantos, ritos y la inconfundible identidad del pueblo judío.

En el año 538 a.C., finalizó el cautiverio y exilio de los judíos en Babilonia, cuando Ciro II El Grande (558-c.528 a-C.), el fundador del imperio persa, conquistó la ciudad y en un edicto, ordenó que todos los extranjeros de pueblos vecinos cautivos volvieran a sus respectivas patrias.

Los judíos, entonces, bajo el liderazgo del príncipe de la tribu de David, Zərubbābel ó Zorobabel y del sumo sacerdote (kôhen gadôl) Yehôshûa ó Yêshûa, procedieron a organizar su retorno a la libertad. El regreso a Jerusalén se convirtió en una larga y penosa travesía de cerca de 1500 kilómetros a pié, ya que debieron utilizar casi todos los caballos, mulas, asnos y camellos disponibles para llevar alimentos y provisiones, además de los equipajes, ajuares, vasijas y ornamentos del templo, los cuales habían sido reintegrados por Ciro a los judíos. Luego, en ese mismo año 538 a.C., pudieron instalar  un nuevo altar para el culto de Dios, ubicado en la Montaña Sagrada de Sión. Años más tarde, construyeron e inauguraron, por segunda vez, la nueva Casa de Dios, llamada ahora Templo de Zorobabel*   

Durante el difícil período de dominación griega, tras la conquista de Alejandro Magno y el reinado de Ptolomeo I (Ptolomeo Sóter, c367 a.C.-282 a.C.; al morir en 323 a.C., Alejandro fue nombrado Sátrapa de Egipto) y luego de los seléucidas, hacia el 301 a.C.; muchos judíos emigraron de Judea hacia Cirene y Alejandría, al norte de África.

La influencia helénica se hizo sentir y dejó sus huellas en la música ritual utilizada por los judíos; de hecho, el Modo Oriental o Babilónico del Pentateuco, es idéntico al Modo Dórico griego. Así pues, la música judía se enriquece, gracias a la incorporación de elementos tales como, el uso de la Escala Diatónica que, adaptada a la judía, produce una interesante y novedosa combinación, muy fácil de encontrar e identificar en las composiciones musicales judías yemenitas de tradición oriental* 

Todos estos acontecimientos influyeron en el abandono del uso del hebreo y el arameo (lengua internacional semítica que habían traído de Babilonia) y en la adopción del griego, lengua común de la época. Por lo cual, Ptolomeo II Filadelfos (rey desde 285 a.C al 246 a.C.), interesado en la literatura sagrada de los judíos; tomó contacto con el Sumo Sacerdote e hizo traer al Egipto desde Jerusalén, a un grupo de eruditos rabinos judíos para que se ocuparan de traducir al griego las Escrituras Sagradas contenidas en la TORA o Pentateuco*.

Años más tarde, en 223 a.C., subía al trono de Siria para continuar la dinastía seléucida, el rey Antíoco III el Grande,  quien fue vencido en el 217 a.C., por Ptolomeo IV Filopátor en la Batalla de Rafia, al sur de Gaza. No obstante, en el 203 a.C., al morir Filopátor, Antíoco volvió a invadir Jerusalén y luego de la Batalla de Panias en 198 a.C., anexionó Palestina al imperio seléucida.

Ocho años después, en 190 a.C., Antíoco III era derrotado en la Batalla de Magnesia, cerca de Éfeso, por el general romano Lucio Cornelio Escipión, el Asiático.
A partir de este momento se produce el primer contacto entre los Pueblos de la Biblia y el Imperio Romano, que pasaría a dominarlos en el 63 a.C., después de la toma de Jerusalén y Siria por parte del general romano Cneo Pompeyo Magno.

Ya dentro de la Era Cristiana, y bajo el dominio de Roma, el general Tito Flavio Sabino Vespasiano, conocido como Tito, hijo del emperador Vespasiano y más tarde su sucesor; como consecuencia de otra rebelión judía tomó Jerusalén en el 70 d.C., destruyó el Gran Templo de Herodes y nuevamente, dispersó a los judíos, terminando la guerra contra ellos y dando inicio a la 2ª Diáspora del Pueblo Judío.

Tito Flavio Domiciano, su hermano quien le sucedió, dio también, gran importancia al culto politeísta imperial romano, ordenando inclusive, que se llamara al Emperador: Nuestro Señor y Dios, lo cual chocaba con las doctrinas y credos monoteístas tanto de los judíos como de los cristianos; y fue una poderosa razón para el inicio de la Segunda Persecución Romana

En el siglo II, hacia el 135 d.C., en la Segunda Guerra Judeo Romana, luego de dominada por el general Sexto Julio Severo, la Rebelión de Simón Bar Kojba contra el Imperio Romano; grandes conglomerados de judíos, se dispersaron en una nueva y masiva diáspora por todo el vasto territorio del Imperio.


TRADICIONES Y USOS LITÚRGICO-MUSICALES

Los antepasados de Abraham, los habirus o hebreos* de los cuales, como hemos visto, descendería el pueblo de Israel, o Pueblo Escogido de la Biblia debieron desarrollar un sistema musical muy parecido al egipcio. Los cinco libros del Antiguo Testamento (Tora o Ley) fueron provistos de melodías y recitaciones cantadas, las cuales se rigen por determinados Modos, entre ellos el Modo Oriental ó Babilónico del Pentateuco (es decir, de los cinco primeros libros de la Tora, Biblia o Libro Sagrado de los Hebreos) muy parecido al Dórico griego y al Frigio gregoriano.

Utilizaron signos del llamado Sistema Ta´amim* como notación musical, consistente en símbolos para las partes cantadas de la Tora.

Este sistema no representa sonidos determinados ni intervalos exactos, sino indica ciertos tipos de acentuación, motivos y giros melódicos; los cuales pasaron luego, a la tradición musical paleocristiana y a la primitiva manera de Notación Neumática utilizada en el Canto Llano Cristiano y que, siglos más tarde, se transformaría en el Canto Gregoriano. Para los fines del culto en el templo judío, encontramos una Trompeta de plata denominada Jazozra y también una Trompa o cuerno de carnero sin boquilla, llamada Shofar.

Con la modificación de la liturgia, luego de la destrucción del Gran Templo (70 a.C.), de Jerusalén, se produce una nueva codificación del Talmud (התלמוד) Baví o de Babilonia; surge así, el Talmud Yerushalmi o de Jerusalén. Estos libros recogen y contienen la tradición oral con las discusiones rabínicas sobre las leyes, costumbres, historias y leyendas judías.

Aparece pues, una nueva liturgia basada en el Canto de los Salmos y la lectura y de las Escrituras Sagradas. Para esta música cuya ejecución se encomienda a los levitas, se constituye un grupo de 288 cantores e instrumentistas, organizados en 24 conjuntos de 12 miembros, los cuales participan en las ceremonias cotidianas y grandes solemnidades.

El tradicional y antiguo Libro nos ofrece numerosas menciones y referencias originales acerca de la importancia de la música y de los diferentes usos musicales: Gén. 4, 21; Gén. 31, 27; Ex. 15, 1-20; I Sam. 18, 6-7; I Sam. 10, 5; Ecl. 2, 8; Job 21,12; Números 10; Jueces 7, 19; I Samuel 16, 23; II Samuel 1, 17; II Samuel 6, 5; Josué 6), así como también, muchas letras de Salmos (Salmos 66,1; 68,1 108,3; 149,3) y Cánticos para diferentes rituales, que continuamente hacen referencia a instrumentos musicales*, formas de cantar, llamados: Al Maestro del Coro, o Hazzán (cantor profesional) y en ocasiones, hasta se agregan, inclusive, instrucciones técnicas precisas como: “…Para las voces altas; A la flauta; A la cuerda. Sobre la octava; Al Director del canto; A las cuerdas”...

 De acuerdo con esas referencias históricas, la música en el Templo de Salomón debió incluir la participación de Trompetas, Flautas y Grupos de Cantores o Coros, acompañados de Instrumentos de Cuerdas, para la Salmodia o Mizmor (recitación y canto de los Salmos), en la cual, las palabras determinaban el ritmo de la sucesión de sílabas en el tono de recitación denominado tuba o shofar y cantados de manera antifonal (en el período de los reyes) y luego de manera responsorial; la Himnodia o Tehillim y para la Cántica o Ser, consistente en la entonación de sencillas canciones comunitarias.
 
Como hemos dicho, constantemente, aparecen en las citas de la Biblia, menciones al uso de las Arpas, Cítaras, Panderos (Adufes), Platillos; un antiguo tambor de marco llamado Tof, utilizado principalmente por las mujeres y una campanilla usada por los príncipes tribales, llamada Pa´amon. Usaban también Trompetas, Salterios y otros instrumentos.

Leemos en la versión del Génesis de la Biblia Vulgata: “…Et nomen fratris ejus Iubal (Juval ó Jubal): ipse fuit pater canentium Cithara et Organo”... (Gén.4,21); utilizando el neologismo Órgano referido al instrumento musical actual y señalando, como el primer instrumentista bíblico, a Iubal ó Jubal, descendiente en la séptima generación del hijo mayor de Adán y Eva, Caín.

En efecto, la Tora nos recuenta su genealogía: “…Caín, tuvo por hijo a Henoch quien engendró a Irad, que engendró a Maviael y éste a Mathusael y éste a su vez a Lamech; Lamech tuvo dos esposas, una de las cuales, Ada, parió a Jabel, que fue padre de los que habitan tiendas y pastorean los rebaños; el nombre de su hermano fue Iubal, el padre de todos cuantos tocan la cítara y la flauta”... 

Sabemos por el Libro 2 de los Paralipómenos ó Crónicas (2 Cron. 5, 12-14), que durante el Período de los Reyes[5], los Levitas eran los responsables de la música en el Templo e integraban grandes coros y orquestas, estudiaban en las escuelas del Templo y se organizaban gremialmente:

“...los levitas cantores, los de Asaf, Hemán y Jedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, hacían resonar los címbalos, los salterios y las cítaras, puestos al oriente del altar, por ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas. Todos al mismo tiempo cantaban a una, entre el sonar de las trompetas, los címbalos y los otros instrumentos musicales, y alababan y confesaban a Yavé: Porque es bueno, porque su misericordia es eterna”...

Pero en el texto original de la Tora* en hebreo, se nombran estos instrumentos con propiedad y especificación, tales como, la kinnôr (suerte de arpa de mano; instrumento predilecto del Rey David, sirvió para el acompañamiento ritual en el período de los reyes) y la ûgābh (especie de larga flauta vertical con varios tubos sonoros; de uso pastoril y no ritual).

La síntesis que representa la ancestral cultura musical judía, amalgamada  a  los usos y prácticas de la nueva religión cristiana, la cual desde sus inicios, conserva buena parte de la tradición hebraica; sumada a los aportes teóricos de los antiguos griegos y a las prácticas musicales romanas, tendrán una Influencia decisiva en la conformación y desarrollo de la llamada Cultura musical o Sistema Musical Occidental, objeto específico de nuestro estudio, cuyos orígenes y antecedentes, si bien es cierto se encuentran enraizados con la música antigua, de manera más precisa, y directa los podemos ubicar en los comienzos de la era cristiana y en los profundos nexos existentes entre el Paleocristianismo y las ancestrales tradiciones, rituales y usos  religiosos del pueblo de Israel.


*Este nombre derivado de Yisra’el  que significa El que lucha con Dios, le fue dado a Jacob (Gén. 32, 28-30), hijo de Isaac y hermano gemelo menor de Esaú, a quien le compró la primogenitura por un plato de lentejas.
*1 Samuel, 10-27.
*Judá, llamada luego por los griegos: Judea.
*Rut 4, 21-22.
*Llamado también Ishai ó Jesé (Rut 4, 21-22. Mateo 1, 5).
*David, se desposó primero con Micol, segunda hija de Saúl; luego desposó a Abigail y otras mujeres (Sam.I, 25,39-44); más tarde cometió adulterio con Betsabé, quien fue la madre del heredero rey Salomón (Sam.II, 11,26-27).
[1]Elogios citados por Josué 10, 13.
*Jerusalén: Ciudad Santa, hoy centro espiritual de veneración por tres grandes religiones monoteístas: el cristianismo, el judaísmo y el mahometismo.


*II Samuel 6, 1-23.
[3]I Reyes 8, 2.
*Las cifras de deportadosen esta Primera Diáspora, varían según los diferentes cronistas e historiadores.
[4]Los Versos Dorados, son una recopilación de 33 preceptos y exhortaciones morales de la Escuela Pitagórica, expresadas en 71 líneas de versos Hexámetros, compuestos por pies o metros rítmicos dáctilos (1 sílaba larga y 2 breves) y espondeos (2 sílabas largas).
*El Templo de Zorobabel (Zərubbābel) fue mayor en tamaño que el primer templo, o Templo de Salomón, pero mucho menos esplendoroso en su construcción y magnificencia.
*Música practicada por las comunidades judías del Yemen, Irak, Persia, Siria y Palestina.
*La Tora o Pentateuco, está integrada por los cinco primeros libros de la Biblia, posiblemente escritos entre los siglos X y VI a.C. Son ellos: el 1º. Génesis; que narra la creación del mundo y su posterior desarrollo. 2º. Éxodo, que cuenta la historia de Moisés y de las Leyes o Mandamientos. 3º. Levíticos, que se refiere a las leyes específicas del culto. 4º. Números, que cuenta los viajes de los israelitas al desierto; y 5º. Deuteronomio, que contiene los discursos de Moisés y las enseñanzas éticas.
*Según varios investigadores la palabra Hebreo, parece derivar del nombre de Heber (Eber), nieto de Arfaxad (Arpaksad), quien era hijo de Sem y nieto de Noé (Gén.10, 22-24).
*Abraham Zenj Idelsohn, Jewish Music in its historical development, 1929.

[5]Abraham Zenj Idelsohn, Jewish Music in its historical development, 1929.
*En la gráfica: Rollos de la Tora.

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