lunes, 23 de junio de 2014

SOBRE VINOS, CANCIONES Y FADOS (V)

Sobre Vinos, Canciones y Fados (V)


En nuestra entrega de hoy, recomendamos una buena copa de Cognac V.S.O.P  OTARD, resultado de un proceso de envejecimiento de ocho años en barrica; y ahora les cuento:   
Con la fundación de las universidades en el siglo XIII, muchos jóvenes teólogos de todas las naciones salieron a los caminos. No se podría afirmar que no poseían estudios completos pero también se sabe que llevaban una vida alegre, componían canciones que hoy llamaríamos contestatarias o de protesta, jugaban por dinero y, como afirma Paul Henry Láng, eran bebedores sin tasa. Estos "atípicos clérigos" eran llamados, Goliardos, del latín Gens Goliae o Gente del Diablo, según algunos pero según otros, el nombre deriva de Golias, -el legendario archipoeta antepasado de Pantagruel y de Panurgo, uno de los famosos personajes del escritor, médico, humanista profesor y monje benedictino francés del Renacimiento, Francisco Rabelais-. Los Goliardos aparecen y deambulan por Francia y de allí hacia los países vecinos; eran una especie de clérigos disidentes o vagabundos intelectuales, que utilizaron el latín arcaico cuando no macarrónico para cantar a los placeres, al vino y al erotismo, muchas veces parodiando cantos litúrgicos y sustituyendo los textos del Oficio Divino por versos profanos. Por ejemplo: a la famosa Secuencia Mariana del siglo XI que dice:

Verbum bonum et suave personemus illud Ave... lo cual se traduce, Con palabra dulce y  suave cantaremos esta Salve... como vemos, se le cambiaba el primer verso así: Vinum bonum et suave... Así mismo, al Ave Virgo Benedicta... (Bendita Salve Virgen...) Se le cambiaba por: Alba limpha maledicta....(Maldita agua clara...). Es interesante observar que, a pesar de lo profano y secular que fuera la intención de los cantos populares de estos poetas del latín medio, les resultaba muy difícil sino imposible, alejarse totalmente de la Iglesia. Y en muchas de estas composiciones, más que una burla grotesca se pretendía crear efectos cómicos y parodias satíricas. Tendencia promovida muchas veces, como una derivación de las enseñanzas de profesores de la Sorbona, quienes presumían de continuadores de las doctrinas del gran filósofo árabe-español Averroes (1126-1198) quien declaraba a la fe libre de toda atadura y se rehusaba a aceptar cualquier dogma. Es precisamente, en este momento histórico cuando están de moda las muy famosas canciones llamadas Carmina Burana, en las cuales se inspira y constituyen su material musical básico para su obra homónima, Carl Orff; canciones escritas en Latín Monacal y en las cuales se critican costumbres y vicios de la sociedad y a las cuales no debemos incurrir en el error de generalizar y confundir, como muchas veces se hace, con el denominativo de Canciones Goliardas. Que eran otra cosa totalmente distinta.

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