Sobre Vinos, Canciones y Fados (I)
He querido
iniciar una nueva serie de comentarios esta vez, enológicos y musicales.
Comenzaré recordando uno de los más celebrados y conocidos valses de Johann
Strauss Jr., por una razón fundamental, porque su título y su música, resumen
el propósito de esta serie de artículos. Strauss, exalta en su obra tres maravillas de nuestro mundo: el Vino, las Mujeres y las Canciones...
yo agregaría al título, el Pan y
estoy seguro que Strauss estaría de acuerdo conmigo, porque al igual que el
Vino, las Canciones, entre ellas los Fados y también, por qué no, las mujeres; el pan es el resultado de un noble proceso de
muchos meses de trabajo, paciencia, arte y tecnología humanas y representa una
de las grandes especialidades y aportes de la comunidad portuguesa, aquí en
Venezuela y también en el mundo. Y es que, en realidad, dentro de la
generalidad que implica el titulo de este nuevo ciclo de notas: Sobre Vinos, Canciones y Fados en esta primera nota, voy a
referirme específicamente, al tema del
Vino. Debo aclarar que, no pretendo hacer una Historia del Vino, ni mucho menos, una historia de la canción y de los
fados. He querido que nuestra “Primera Conversación Escrita” –como me
gusta llamarla- atienda al disfrute anecdótico y sobre todo, a estimular a mis
lectores para que puedan paladear con toda concentración las uvas que aguardan por nosotros,
embotelladas, tras haber cumplido ese hermoso proceso de transformación natural
y tecnológico. Mientras tanto, les invito a descorchar una buena botella bien
fría de Oporto Branco de la Casa Ramos Pinto, excelente aperitivo y colocarla
muy cerca para que lentamente, a medida que lean esta nota, vayan disfrutando
de las excelencias de esa maravilla de la naturaleza. En la entrega de hoy me
concretaré a recordar alguna de las más antiguas referencias y antecedentes
de la historia del vino, a partir de aquellos jarabes espesos, concentrados por
la cocción de la pulpa de la uva, que sirvieron de alimento tonificante y hasta
de edulcorante en las más antiguas civilizaciones humanas, se llegó luego –y
hablo de hace unos diez mil años- a la elaboración de vinos en Jericó, el Asia
Menor, donde por cierto, se han encontrado prensas de más de ocho mil años y
también, en Mesopotamia, donde además de la viticultura y la elaboración del
vino, se conoció y practicó tempranamente –según nos cuentan los documentos
históricos- la tramposa adulteración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario