Sobre Vinos, Canciones y Fados (X)
Continuando
nuestro paralelismo, entre vinos, canciones y fados, también cuando hablamos de
vinos, frecuentemente pensamos en las tradicionales, románticas y a la vez
misteriosas cavas o bodegas de vinos caseras, ubicadas en los sótanos,
alumbradas por velas y con algunas telarañas. Como bien señala Don José Ramón
Garrigo: ...hoy ya no se precisan aquellas cavas, ni son indispensables los
mayordomos con libreas que nos traigan las botellas acompañadas con candelabros
y lleven a cabo el ritual de la decantación. Y agrega, una casa o
apartamento moderno tiene muchos lugares para almacenar los vinos que lo
merecen. Lo ideal sería dedicar un pequeño cuarto algo oscuro, aireado, aislado
de los niños y libre de olores penetrantes, exclusivamente para este propósito
y así preservar y añejar los mejores
caldos…
Por supuesto,
muchos se preguntarán ¿Por qué tener una cava casera si podemos comprar todo el
vino que uno quiera?
Hay tres
razones importantes que Garrigo nos ofrece para responder a esta
pregunta y que ustedes bien conocen:
1.
Razones económicas; es más barato comprar vino
por cajas que por botellas.
Además se adquiere a precios de hoy, que pueden resultar más favorables
que los de mañana.
Nos permite tener reserva de las cosechas que seleccionamos y que
servimos a nuestros invitados.
2.
Razones de Sano Orgullo; es muy
agradable para un anfitrión poder mostrar su cava a los invitados y hablar de
la diversidad de vinos y sus gustos personales.
3.
Disfrute Sensual; Es muy satisfactorio poder
seleccionar de la cava personal los vinos que acompañarán nuestra comida
meticulosamente preparada, en las ocasiones muy especiales y sobre todo, en las
muy íntimas.
En
nuestras próximas notas nos dedicaremos a comentar acerca de fados y vinos
portugueses, mientras tanto descorchen y disfruten de una buena botella de vino CONDE DE VIMIOSO, un vino que interpreta el alma lusitana y lleva el nombre del XIII Conde de Vimioso, (1817-1865) D. Francisco de Paula Portugal e Castro, eximio cavaleiro portugués - en español decimos rejoneador-, que vivió intensamente entre fadistas (María Severa), fados, buenos vinos, toros y caballos; y quien -en palabras de Julio de Sousa e Costa-, ...fora tenente de cavalaria, dos poucos que, no seu tempo, faziam sempre com brilho, arrojo e singular coragem, a sorte de "cara a cara", a cavalo, proeza que dera nome ao grande e insigne Marialva até hoje o primeiro entre os cavaleiros da Península... Ah! y por favor acompáñenla con una selección de buenos Fados portugueses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario